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Delante y detrás de la cámara.


¿Quiénes somos delante de una cámara fotográfica? ¿Quién posa, quién es el que mira a cámara, quién es el que escoge una postura donde fabricarse en un recuerdo? Inevitablemente es una pregunta reversible que me conduce a su complementario: ¿Quién soy detrás de la cámara? ¿quién soy cuando enfoco, quién cuando encuadro, quién cuando decido buscar un resultado? Fotografiar, he leído ya en varias fuentes, es una acto de intención. Disparamos partiendo de una mirada personal construída por una serie de condicionantes sociales, familiares, culturales, educativos que nos hacen ver las cosas como las vemos, como hemos aprendido a contarlas. Somos seres con mirada intencionada. Por lo tanto, nuestras fotografías dirán más de lo que pensamos de nosotrxs, de nuestra manera de ver la vida, a qué, a quién. cómo y quizás por qué le damos mayor o menor importancia a unas cosas sobre las otras. Nos dirán quizás algo sobre nuestro punto de vista y nuestro enmarque vital. Siendo conscientes de este punto nos podriamos plantear abrir nuevas posibilidades de encuadre. Iremos hablando de esto. Me gustaría muchosaber vuestra opinión sobre lo que acabáis de leer. Pero sigamos.

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ozzy osborne retratado por Platón Antoniou

Apoyo este pensamiento iniciático en dos reflexiones ajenas. La primera es de Roland Barthes, a quien sería casi un despropósito no citarlo como referencia teórica en la reflexión sobre el hecho fotográfico, Su libro "La cámara lúcida" figura entre todas las referencias bibliográficas que he ido consultando. Barthes escribe:

"Ante el objetivo soy a la vez: aquel que creo ser, aquel que quisiera que crean, aquel que el fotógrafo cree que soy y aquel de quien se sirve para exhibir su arte. Dicho de otro modo, una acción curiosa: no dejo de imitarme

Cuando me siento observado por el objetivo todo cambia; me construyo en el acto de “posar”, me fabrico instantáneamente otro cuerpo, me transformo por adelantado en imagen. Dicha transformación es activa: siento que la Fotografía crea mi cuerpo o lo mortifica, según su capricho (...) Sin duda, mi existencia la extraigo metafóricamente del fotógrafo"1

Por otro lado, son muchas las preguntas que nos asaltan cuando nos observamos u observamos a alguien en una fotografía, también las fotografías evocan la presencia de alguien a quien no podemos ver pero cuya presencia es inevitable: el fotógrafo. El psicólogo Alfonso Viada, dice al respecto:

"La co-presencia física es consustancial a la fotografía, es lo que le añade su valor sentimental. Su existencia depende de un intercambio entre dos personas que se hallan en el mismo lugar y en el mismo tiempo. Fotografiar es una forma de participar, es algo más que observación pasiva."1 Seguimos.

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Jude Low visto por el fotógrafo Platón Antoniou.

1 La Cámara Lúcida, Roland Barthes Ed. Paidós. 1980 2 La ambigüedad de la fotografía y su utilidad terapéutica. VIADA FERNÁNDEZ-VELILLA, Alfonso . INTERSUBJUTIVO- Junio 2003- Nº1, Vol. 5, Pags. 108-118.

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