Cualquier ejercicio fotográfico puede ser una herramienta simple y efectiva para conectar con el otro. Colocar un objeto que nos conecte con una situación que nos preocupa, con una persona con la que tenemos un conflicto, y fotografiarlo, o fotografiarnos con él, nos ayudará a situarnos ante lo que queramos trabajar. En el hecho fotográfico en si estamos conectando con la persona, mientras preparamos la cámara, mientras escogemos el objeto, mientras elegimos el encuadre, hacemos pruebas, editamos, subimos la foto. En todo ese proceso ya estamos desarrollando la mirada hacia el otro. Consciente e inconsciente trabajan para traer al exterior todo aquello que nos haga ver el problema con más claridad. La fotografía, en este sentido, nos acompaña en la reflexión. Te veo.
Fritz Perls popularizó una de las técnicas de terapia Gestalt más recurrerentes: "la silla vacía", donde el paciente ubica imaginariamente a cualquier personaje de su vida con el cual tiene una situación inconclusa. Abajo una versión fotográfica de esta técnica que nos puede ayudar a llevarla a cabo de otra manera diferente.