Quedé con JORDI VILLALTA para conocernos en un bar cerca de Plaza Urquinaona. Una amiga en común nos había puesto en contacto. Jordi quería hacer un trabajo de fin de curso de sus estudios de fotografía y estaba pensando en hacer algo orientado a lo social ya que él también había trabajado como educador.
Por entonces yo empezaba a darle vueltas a cómo poner en marcha proyectos de fotografía y desarrollo y Ana pensó que quizás podríamos hacer algo juntos. En seguida hubo entendimiento. Con Jordi era fácil hablar y transmitía pasión cuando hablaba de fotografía. Se juntaron sus ganas con las mías y ya sólo había que pensar el qué y el cómo. De las ideas que le propuse le gustó mucho la de hacer un reportage sobre el encuentro de chavales y monitores del Esplai Disbauxa de Torre Baró (Nou Barris, Barcelona) en el 20 aniversario de su fundación (1995-2015) del que yo había formado parte. La idea de reproducir en su versión 2015 algunas fotografías de aquella época con nuestras pintas actuales nos pareció que podría ser divertida. Empezamos a darle vueltas. Acordamos una fecha para el encuentro. Un fin de semana antes Iordi Macipe y yo acompañamos a Jordi en una tourné por el barrio para que se fuera familiarizando. Iordi Macipe propuso grabar un video sobre la experiencia y se nos ocurrió que podría estar bien entrevistar a educadores y chavales y editar todo aquel material en algo parecido a un documental para nosotros.
Jordi Villalta y Iordi Macipe (Foto Móvil : servidor)
La experiencia fue muy emocionante para los que formamos parte de aquellos 20 años de actividades y de convivencia. Reencuentros, batallitas, anécdotas, cariños. Vimos las fotos de todos aquellos años. Era emocionante ver las caras y los comentarios de los que, entre tanta imagen, rebuscando se encontraban con su infancia o con su juventud venida a menos.
Jordi se integró con facilidad en la dinámica, con la virtud del fotógrafo que desaperece y deja de ser visto para formar parte del encuentro. Iba fotografiando las imágenes que los que habían venido elegían de entre todas las fotos puestas sobre la mesa. Jordi iba indicando cómo tenían que posicioanarse para adoptar una postura lo más parecida posible a la original.
Yo había preparado una serie de preguntas para reflexionar sobre lo que la vivencia había significado para cada uno. En una sala aparte los asistente iban pasando para ser entrevistados. Sólo Iordi y yo tenemos la fortuna de conocer el contenido de esas entrevistas que nos dejaron muy emocionados. Habrá que esperar a la montage.
Tiempo después en casa de Jordi V. veríamos las fotos y me pasaría todo el material para que hiciéramos lo que quisiéramos con él. Generoso como siempre. Jordi nos dejó este verano. No estará el día que veamos todas esas fotos con los chicos y chicas, con sus familias. Le estamos muy agradecidos y ya forma parte también de esta pequeña historia de barrio.
Nota: fotos de JORDI VILLALTA.