Carl Yung le llamaba “sincronicidad”. Fue la palabra que escogió para definir “una coincidencia temporal de dos o más sucesos relacionados entre sí de una manera no causal”, cuyo contenido significativo es “igual o similar”, ese tipo de “coincidencias” inexplicables que nos conectan con alguien o con algo y que tienen ese romanticismo casi mágico de lo que no entendemos y casi preferimos que así sea. Estamos conectados - es mi opinión, mi creencia – a una fuente invisible de energía que nos une y conecta. Piensas en alguien y recibes un mensaje o una llamada en ese preciso instante, sientes que debes ir a un sitio y al llegar encuentras algo o alguien que tiene que ver con lo que andas pensando o buscando hace tiempo. A ese tipo de cosas me refiero .
Llevo días con algunos asuntos en la cabeza y no dejan de aparecer de manera “azarosa” artículos, libros, webs, vídeos que me vienen a hablar del tema. Además, algunos amigos se empeñan en contribuir a la magia viniéndome a hablar de lo mismo sin saber que yo ando en eso también. Todo indicaba, por tanto, que el próximo tema del que hablaría sería el de “CÓMO ATENDER A LAS NECESIDADES PERSONALES"
El tema se me plantea en dos direcciones: - hacia adentro, con uno mismo, respondiendo a las pregunta ¿doy respuesta a mis necesidades?
- hacía afuera, con los demás, ¿Soy consciente de las necesidades de los demás?¿Cómo puedo manejar mis necesidades y la de los demás a la vez?
Tiene que ver con el desarrollo de dos habilidades comunicativas: la observación y la escucha y con algo tan fundamental en la relación como es la empatía.
El tema podría ser útil para reflexionar y mejorar la manera en la que nos comunicamos y nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás.
Empecemos por nosotros. ¿Sabemos cuáles son nuestras necesidades? ¿Nos hemos parado a pensar en qué es eso de la necesidad? Leí una definición de necesidad que me gustó mucho: “energía vital que nos moviliza para actuar de manera que nos permite crecer” Centrifugo la frase y quedan nítidamente separadas “energía vital” por un lado, y los verbos “movilizarse”, “actuar” y “crecer” por otro lado. Ahí es nada.
Me pareció que esos verbos están muy en la línea del coaching: movilizarse y actuar para dar respuesta a un impulso vital que nos permite crecer como personas o lo que es lo mismo: actuar para mejorar.
Parece, por tanto, que estaría bien dedicarnos un tiempo a escuchar cuáles son esas necesidades para mejorar nuestras vidas. La CNV (Comunicación No Violenta) de Rosenberg clasifica algunas de estas necesidades básicas en: necesidades de subsistencia /bienestar físico, necesidades de seguridad, de libertad, identitarias, necesidad de sentirse realizado, participativas, necesidades relacionales y necesidades recreativas. Les dejo un enlace para más detalle.
La necesidad responde a lo que me gusta denominar “deseo puro” y a la respuesta que se da a ese deseo. Los problemas aparecen cuando nuestros deseos y nuestras acciones no están en concordancia. Es por eso que conviene ejercitar la escucha sincera y honrada hacia uno mismo. Si es frustrante cuando tratamos de decirle a alguien algo importante y no nos escucha, imagínense cuando no escuchamos nuestras propias necesidades. Conviene hacerse un poco de caso. ¿Qué sucede cuando no nos escuchamos? ¿Qué sucede cuándo no damos respuesta a lo que verdaderamente deseamos? Cuando las necesidades no están satisfechas, es probable que nos movamos por emociones y sentimientos como el enfado, la rabia, la tristeza, la confusión, el dolor, el disgusto,la preocupación, el miedo o el cansancio.
¿Y qué sucede cuando entran en juego los demás, cuando además de tener en cuenta nuestras necesidades es importante atender y comprender la de los demás? Es decir ¿cómo compagino mis propias necesidades con las de los otros? Eso nos va a requerir lo mejor de nuestras capacidades comunicativas.
La CNV propone un modelo comunicativo muy útil que comparto aquí. Se basa en 4 pasos: 1. OBSERVAR lo que ocurre (lo que hacen y dicen los demás) sin juicio ni evaluación. La PNL habla del “mapa no es el territorio” (cada cual tiene su mapa para moverse por el mismo territorio (interpretación de la realidad). Puedes leer algo que escribí hace tiempo sobre esto aquí. 2. ESCUCHAR cómo nos sentimos con eso, qué emociones afloran. 3. IDENTIFICAR nuestras NECESIDADES (deseo/metas) y expresarlas de forma adecuada. 4. PEDIR lo que necesitamos para conseguir nuestra necesidad de manera correcta.
Algunas preguntas para acabar: ¿En la relación con los amigos, con la pareja, con los hijos, con los compañeros de trabajo, con los jefes, hacemos normalmente esto?
¿Somos capaces de escuchar las necesidades del otro sin meter nuestro “mapa”, sin emitir juicios de valor basados en nuestra manera de ver la vida? ¿Qué tiempo dedicamos a escuchar nuestras necesidades?
¿Somos capaces de identificar las emociones que nos provocan los demás?
Piensa en algún conflicto reciente con alguien cercano y comprueba si has seguido esos cuatro pasos, y en el caso de que la respuesta sea negativa, trata de evaluar qué resultado hubieras obtenido de haberlo hecho.
Algunos enlaces y artículos para profundizar en el tema:
- Artículo basado en la aproximación de la GESTALT a las necesidades: Mecanismos neuróticos ¿respetas tus necesidades? - Resumen del libro "Comunciación no violenta" de Rosenberg
- Hay muchos videos de Rosenberg en Youtube. Aquí uno